¿Cómo pintar con lápices acuarelables?

El lápiz acuarerable es un material relativamente nuevo que ha venido a facilitar el proceso de creación a aquellos que apostamos por esta técnica. No es más que un lápiz de color que se comporta como una pintura de acuarela que nos permite una aplicación segura y precisa, en especial para completar detalles pequeños con esta forma de pintar. De cómo pintar con lápices acuarelables y escogerlos hablaremos en esta ocasión.

Cómo escoger los mejores lápices

Hay muchas marcas, pero lo mejor para empezar es apostar por la calidad. Recomendamos la caja Faber Castell de 36 colores, pues es una de las opciones del mercado con mejor calidad precio tanto para principiantes como para profesionales de esta técnica. También se puede comenzar por las presentaciones de 14 o 18 colores, o escalar a la versión completa de 72 colores en caja metálica.

Otro aspecto importante a la hora de utilizar estos lápices es que, como en la acuarela normal, debe emplearse un tipo de papel especial que no se ondule ni se rompa al humedecerse. Para mayor seguridad, lo mejor es fijar el papel a la mesa de dibujo con cinta.

Tenga en cuenta además que nunca se debe humedecer la punta del lápiz directamente para utilizar el lápiz, porque se disuelve la mina y se echa a perder el lápiz.

Las mejores técnicas para pintar con ellos paso a paso

El lápiz acuarelable puede ser utilizado de varias formas.

La primera y más sencilla es aplicarlo directamente al dibujo, logrando así un dibujo en técnica seca. Normalmente para lograr este efecto se utilizarían lápices de color permanente. No obstante, es una alternativa si deseamos lograr partes nítidas en un dibujo de acuarela. Estos pueden utilizarse de punta para trazos finos o de costado para rellenar.

Si queremos lograr el efecto de acuarela, solo debemos pasar un pincel húmedo sobre el dibujo con lápices acuarelables. Tenga la precaución al realizar el dibujo en seco de no apretar demasiado el lápiz en el papel para que no se transfiera demasiado pigmento, pues de ser así el acuarelado no será luego uniforme. Otra variante es pasar el pincel húmedo por la punta del lápiz para cargarlo de color y luego dibujar directamente sobre el papel.

La punta del lápiz acuarelable también puede lijarse y utilizar el polvo resultante como pigmento para pintar con el pincel, ya sea de un solo color o de varios lápices para un efecto más completo.

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